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Alba es un gran ejemplo de cómo el esfuerzo puede superar los pronósticos médicos. Alba nació sana el 10 de enero de 2016, sus padres estaban locos de la emoción como cualquier padre o madre primerizo. Pero no solo ellos, para sus abuelos y tíos, también era la primera nieta y sobrina.
Pero la vida de Alba se truncó el 21 de marzo de 2016. Alba cayó de un tercer piso cuando estaba en brazos de un familiar que trágicamente sufrió un ataque epiléptico. Alba llegó al hospital en estado de coma debido a las lesiones provocadas por el accidente (un importante traumatismo craneoencefálico, edema pulmonar, rotura hepática y algunas fracturas óseas). Los médicos presagiaban lo peor. Su vida pendía de un hilo, pero Alba es una luchadora. Milagrosamente, los médicos consiguieron estabilizarla y sacarla de peligro, pero con muchas secuelas.
A los 15 días consiguió salir del coma y ahí empezó la carrera de fondo. 5 días después dejó de necesitar el respirador artificial y al mes abandonó la UCI para pasar a planta. Estuvo ingresada tres meses y medios en los que sus padres ya habían empezado a buscar las mejores terapias para que Alba tuviera la mejor calidad de vida posible. Para que pudiera ser una persona independiente. Al día siguiente de dejar el hospital, comenzó su rehabilitación en una clínica especializada en daño cerebral adquirido.
Empezó un largo proceso de rehabilitación neuropsicológica especializada no cubierta por la Seguridad Social e imposible de asumir para su familia. Es así como llegaron a Teaming, para poderle dar a Alba todas las terapias que necesitaba. Terapias de neurorrehabilitación, fisioterapia y logopedia. 12h semanales de esfuerzo continuo que poco a poco han ido dando sus frutos. Alba ha conseguido sorprender a todos los especialistas.
A los 6 meses consiguió recuperar la sonrisa. Al año aproximadamente del accidente, empezó a decir palabras como “papa” y “mama” y “Alba guapa”. A los dos años, empezó a recuperar la movilidad de los bracitos y las piernas, primero la derecha y, poco a poco, la izquierda. Y a los cuatro, empezó a comer todo tipo de texturas.
Alba no ha parado de evolucionar e ir dando pasos para recuperar sus capacidades. El año pasado empezó el colegio y le ha ido genial interactuar con otros niños.
Pero es que Alba no deja de sorprender a nadie. En agosto tuvo visita con un referente neurólogo y se sorprendió de cómo Alba interactuaba con sus padres, que sonriese, que dijera “hola” y que incluso, le tiró un besito. Las imágenes del cerebro de Alba y sus lesiones no casan mucho con las cosas que está consiguiendo hacer y eso es gracias a todo el esfuerzo que ha puesto en las terapias. Los médicos que la atendieron en urgencias no se creen todo lo que está consiguiendo, e incluso, que esté viva.
Además, como homenaje a todas las personas que han hecho posible sus tratamientos y al esfuerzo de Alba, su historia de superación ha sido plasmada en un cuento ilustrado: Pompita. Editado por la familia también agradece a todos los Teamers por su constante apoyo. Si quieres, puedes comprarlo en este enlace: libro Prompita.
Uno de sus últimos tratamientos ha sido, el método Therasuit. Un tratamiento intensivo para niños que presentan desórdenes neurológicos y sensoriales. La terapia intenta mejorar un poco el control de la cabecita y del tronco. Durante un mes, realiza 3h de terapia los 5 días de la semana. Y los resultados han llegado. Hace una semana Alba ha conseguido dar sus primeros pasos, lentos, pero firmes. Torpes pero seguros. Pasos que son como haber llegado a la luna para toda su familia. Puedes ver el vídeo en su Instagram.
Gracias Teamers por haber ayudado a los milagros que Alba ha conseguido, porque sin vuestros euros y el grandísimo esfuerzo de su familia, nada de eso hubiera sido posible. Si quieres ayudar a Alba a seguir dando pasos, puedes unirte a su Grupo Teaming con 1€ al mes: Alba Ayuda.
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