Y tú, ¿tienes Grupo Teaming?
Recauda fondos recurrentes y estables, sin comisiones para tu ONG.
Izadi es una vaca que vivió años explotada en una granja lechera. Todos los años le robaban a sus hijos para que no tomaran la leche destinada a los humanos. Nunca pudo ver crecer a sus bebés. Cuando cumplió 12 años la querían enviar al matadero porque ya no era productiva. Por suerte consiguieron que la cedieran al Santuario Gaia.
Poco a poco se fue ajustando a su nuevo hogar, pero seguía sin haber visto crecer a sus hijos. Hasta que llegó Valentí. Ismael López Dobarganes, uno de los fundadores, lo encontró con pocos días de vida, herido en el camino que lleva al Santuario. Lo habían atropellado y tenía uno de sus pies destrozado. El ganadero lo cedió al Santuario y después de muchas curas, volvió a caminar y recuperarse. Pero no tenía madre.
Izadi había sufrido tantos robos de sus hijos, que al llegar al Santuario adoptó a Valentí y no se apartaba de su lado, y si veía que se acercaban, no les quitaba ojo de encima. Pero poco a poco ya ha comprendido que en el Santuario son una familia en la que cuidan unos de otros. Aquí, las que son madres, viven siempre junto a sus hijos. Ahora es cuando realmente Izadi está feliz y tranquila. Ambos son inseparables y cuando están lejos uno de la otra, se llaman para reencontrarse y pasar las horas de descanso juntos. Izadi ha podido vivir la maternidad que nunca disfrutó, y Valentí ha encontrado una madre que siempre le cuida y protege.
Igual que Izadi y Valenti, son casi 500 animales que han encontrado un hogar y una vida digna gracias a la Fundación Santuario Gaia. Entre los pagos de los terrenos alquilados, los de compra, la alimentación, gastos veterinarios, empleados, seguros y mantenimiento sin contar las construcciones que van variando cada mes, la vida de estos animales cuesta unos 40.000€ al mes. ¿Quieres ayudarles a cubrirlo?
Recauda fondos recurrentes y estables, sin comisiones para tu ONG.